Esta serie de seis clases está basada en Juan 15. Dios es el labrador o guardián de la vid y de sus pámpanos. Jesús es la vid que nutre al pámpano. Su expiación, de acuerdo a la "Palabra de verdad", provee la fortaleza que necesita el pámpano para dar fruto. Los pámpanos son la parte de la planta que despliega la gloria de la vid. Ellos llevan fruto y esparcen la semilla que reproduce la vid. El pámpano no puede existir separado de la vid que lo alimenta. Pero sin el pámpano la vid no puedo reproducirse. Los pámpanos llevan a la vid a su plenitud. Dios quiere que caminemos, como uno con Él, en una relación. Él nos lleva a nuestra plenitud y nosotros lo llevamos a Él a Su plenitud.

Dios es labrador fiel y nos ha provisto de todo lo que necesitamos para caminar en una relación saludable con Él. Todo lo que ha creado es bueno pensando en el bienestar del hombre. El hombre es débil en su carne. Es de doble ánimo. La batalla que enfrentamos entre la carne y el Espíritu tiene sus raíces en "El árbol del conocimiento del bien y del mal." Este árbol fue plantado en el jardín por parte de Dios porque Él tenía un propósito para él.

TEMAS:
Introducción
Se Necesitan Dos Para Una Relación
La Vid y sus Ramas
Glorificar al Padre
El Árbol Corrupto
El Espíritu Santo Activándonos
La Blasfemia al Espíritu Santo
Ministros del Espíritu
Contristando al Espíritu Santo
Discerniendo la Mentira